Vamos a hablar hoy de una parte a menudo poco valorada pero primordial a la hora de planificar un proyecto de éxito en la red. Estamos hablando del hosting o alojamiento de la web.
Dicho coloquialmente, el hosting se refiere al sitio o proveedor del que vamos a "colgar" nuestra web. Nuestra web y la mayoría de servicios relacionados como correo electrónico, FTP, etc.
A la hora de elegir un buen servicio de hosting, los factores esenciales a tener en cuenta son:
Disponibilidad, velocidad, gestión y servicio técnico.
Los dos primeros, disponibilidad y velocidad suelen ir de la mano y son la primera piedra de toque en esto del hosting. Como muchas otras cosas, si sólo buscamos el máximo ahorro y elegimos un hosting muy barato, a la larga nos saldrá caro. No debemos olvidar que nuestra web es la primera imagen de nuestra empresa para el resto del mundo y nada haría más daño a esa imagen que una web que se eterniza para abrirse. Si esa página se carga demasiado lenta o lo que es peor, si responde una vez que sí y dos que no, quien nos visite tendrá la sensación de estar perdiendo el tiempo. Peor nos irá a nosotros que literalmente estaremos perdiendo dinero.
Así que no lo olvide, un hosting de bajo coste en EEUU o en Singapur por poner dos ejemplos, podrá ser muy barato, pero las distancias en Internet también existen y al final se lamentará de ello. Si usted no contrata directamente sino que lo hace a través de un distribuidor o profesional independiente, asegúrese antes de saber donde están alojados físicamente los servidores.
Y no se sienta cohibido en este aspecto, reclame información sobre las infraestructuras arquitectónicas y tecnológicas que protegen a esos servidores así como datos que avalen las garantías de un rendimiento óptimo.
En lo que respecta a la gestión, es también un factor importante ya que proporciona independencia y control. Si disponemos de un panel desde el que nosotros mismos somos capaces por ejemplo de añadir nuevas cuentas de correo, redimensionar cuotas o algo tan sencillo como cambiar una contraseña, al final estaremos optimizando nuestra inversión. Lo mismo sucede con otros servicios, poder gestionar nuestras bases de datos, cambiar los registros DNS o algo tan importante como consultar las estadísticas de acceso en tiempo real, nos da autonomía y capacidad de reacción. Si no dispone de los conocimientos básicos para hacerlo, siempre podrá recurrir a una persona capacitada en su misma organización o a su proveedor especializado de hosting.
Finalmente hablamos del servicio. La calidad técnica de soporte y la cercanía que su proveedor de hosting le proporcione, es directamente proporcional a su grado de tranquilidad. Como usted ya sabrá esto sencillamente no tiene precio, pero es olvidado muy a menudo contratando servicios de hosting a empresas que simplemente no tienen la experiencia necesaria o incluso que no se dedican a ello. Experiencia, profesionalidad y cercanía unidas, siempre serán un buen punto de partida.
Hay otras muchas implicaciones derivadas del hosting, que pueden llegar a afectar incluso al posicionamiento de nuestras páginas en buscadores, pero de ese tema hablaremos otro día.